Una fábrica de autos de lujo falsos fue descubierta en Brasil, en el estado de Santa Catarina, donde todo éstos estaban basados en carros como Ferrari, Lamborghini, entre otros modelos.
La empresa era llevada por padre e hijo sin nombre revelados, y conforme salían pedidos, iban fabricando a los autos. Hacían mucha promoción de la empresa a través de redes Sociales.
Todos los trabajadores y los dueños de la fábrica podrían responder por delitos contra la propiedad industrial, según informes de fuentes locales.
Durante el operativo, encontraron a 8 réplicas que estaban parcialmente armadas, cada una de ellas era bendiga por hasta 1,200,000 de pesos.
La demanda fue hecha por representantes de las marcas originales de Ferrari y Lamborghini